Hybris y Areté
Las tragedias como Edipo Rey tenían partes en versos rítmicos y partes cantadas con música. Simplemente leerlas no es la forma más pura de apreciar estas obras que estaban hechas para llevarnos de la mano de Dioniso al éxtasis, al llanto y al terror. Sin embargo, lo que nos queda, los argumentos, pesaban mucho a la hora de elegir al campeón del festival de las dionisias.
Así la tragedia es la imitación de una acción seria y completa... y en la que tiene lugar la acción y no el relato, y que por medio de la compasión (ἔλεος) y el miedo (Φόβος) logra la catarsis de tales padecimientos.2
El fin de la tragedia es la catarsis, una palabra que propuso Aristóteles y que los eruditos siguen discutiendo si es una purificación de los males, un mejor entendimiento o un equilibro ético. Me gusta la interpretación de embellecer lo terrible para hacerlo más soportable. La idea es compadecerse de lo mal que la pasaban los héroes y temer los excesos que llevaban a esos males. Edipo Rey es, en principio, una historia sobre hybris (ὕβρις). Un concepto religioso griego que tiene que ver con la fortuna que han dado los dioses a cada uno. Es una cuestión de medida, ya que a cada uno se le asignaba una porción justa de dicha y de desgracia que debía aceptar. Aquellos que querían extender la dicha o disminuir la desgracia eran devueltos dentro de los límites por los dioses, y no de buena gana. No es que haya un destino inamovible y grabado en piedra, sino que nadie debe tomar más dicha que la que le corresponde. Para aquellos que se quieren zarpar Heródoto escribió esta frase: La divinidad fulmina con sus rayos a los seres que sobresalen demasiado.3 Podría también haber escrito: rescatate wacho.
Aquel que más sobresalió entre los héroes fue Aquiles, este tenía dos destinos posibles, morir viejo en su tierra o ir a la guerra de Troya y perecer joven pero con gloria. ¿Tetis estaba revelando un oráculo o solamente usando el sentido común griego? Es que si Aquiles, semejante a los dioses, iba a Troya, era obvio que iba a destacar, iba a poner del orto a algún dios y eso iba a terminar con su vida. Los dioses griegos son celosos de los hombres que se asemejan a ellos y están siempre dispuestos a hacerlos padecer. Pero, ¿Por qué no hay hybris en Aquiles? Porque eligió y aceptó su destino siendo ecuánime en alegrías y tristezas.
La hybris no se limita a un individuo, suele arrastrar a toda una familia o a una ciudad. Y tiene mucho sentido. Los dioses, como el Poseidón de Kafka, parecen llevar una contabilidad perfecta de cuanta dicha corresponde a cada uno y, si el padre no termina de pagar la cuenta con su vida, el mal restante caerá sobre toda su descendencia. En el caso de Edipo fue su padre Layo quien quiso zafar de los oráculos del templo de Apolo, algo que luego pagaron con intereses todos sus vástagos. El caso de Paris fue aún peor, el proceso de hybris por robarse a la mujer más bella del mundo terminó destruyendo los muros de Troya.
Lo que enseñaba la tragedia al pueblo era como evitar la hybris con la moderación. Una virtud esperable de la perfección de hombre o areté (ἀρετή).
Ni yo ni estos jovenes estamos sentados como suplicantes por considerarte igual a los dioses, pero sí el primero de los hombres en los sucesos de la vida y en las intervenciones de los dioses...4
La areté es el segundo tema que quiero rescatar de esta tragedia. Te eduqué para que seas el mejor en tus acciones como en tus palabras le dice Quirón a Aquiles en la Illíada y está claro que el melenudo aqueo era el mejor. En la trilogía tebana el mejor es Edipo, un hombre muy cercano a los dioses: fuerte, inteligente y resolutivo. Salvador de un pueblo y gran vencedor frente a la esfinge. El hecho de que lo muestren como alguien a quien nadie podía igualar en su entorno lo pone como el areté, el hombre ideal. Lo que la tragedia intenta enseñar es que incluso aunque seas el más poronga del reino, no podés caer en la desmesura y la impiedad y tenés que aceptar que los dioses te han puesto límites. Eso es conocerse a sí mismo, la piedra angular de la ética griega. Los dos escritos de delfos "conocete a ti mismo" y "nada en demasía" son equivalentes. Ambos nos advierten de alejarnos de los límites impuestos por los dioses. En palabras simples: tenés que saber que en algún momento vas a tener que perderlo todo, sufrir, caer y morir. porque si no querés aceptar eso va a ser mucho peor para todos los que te rodean.
¿Qué nos puede decir a nosotros Edipo Rey 2500 años después? Nosotros no creemos en los dioses olímpicos ni en la medida de la dicha. Vivimos en una época acelerada de consumo y explotación donde ni la naturaleza nos puede poner limites. Es más, queremos ser dichosos todo el tiempo, incluso a costo de destruir el planeta para las siguientes generaciones. La hybris una vez que comienza no puede detenerse. Sin duda alguien tendrá que pagar por todo esto, pero preferimos no verlo.
Si algo tenemos en común con Edipo, aparte de garcharnos a la pachamama, es que nos hemos cegado a nosotros mismos para no ver nuestra desmesura y arrogancia. Pero nos hemos cegado de manera sutil y aletargada, incluso indolora, mirando pantallas que nos filtran el mal de un mundo corrupto y decadente. Hoy no hay catarsis porque no hay miedo ni compasión, sino distracción y entretenimiento.
3- Heródoto, Historia vii.10.
Muy bueno! nunca había relacionado hybris con la idea de mantener a las personas en la justa medida de la dicha y desdicha. Pensé que estaba enfocado exclusivamente en los celos de los dioses.
ResponderEliminarMe parece super interesante la idea de que en realidad Edipo se la está comiendo por el pecado del padre, es como esta idea del trauma transgeneracional y como cada uno tenemos que aprender a cortar o re-dirigir ese trauma. Se podría escribir un libro: constelaciones familiares y perdona a Layo
Yo cambiaría el título a Layo, compadre, la concha de mi madre o como cortar con el trauma transgeneracional.
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